10 Street Name, City Name
Country, Zip Code
8183716360
saul@geformasdigital.com
El Internet ha alcanzado un punto donde puede proveernos de las mayores facilidades de manera remota, automática e internacional. Un servidor en la nube , en particular, es una perfecta manifestación de la infraestructura de red y los nuevos softwares empresariales.
Su incidencia es tan grande actualmente que, sin dudas, habrás utilizado uno de estos servidores en más de una ocasión. Pues, sea para el almacenamiento de información personal o el trabajo remoto, estos servidores han beneficiado a millones de usuarios.
¿Te interesa conocer más sobre cómo funciona esta tecnología y cuáles son sus principales ventajas en el entorno digital inmediato? Enseguida te mostramos todo lo que necesitas conocer.
Antes que nada, hace falta puntualizar: ¿qué es exactamente un servidor de nube? En términos formales, es un recurso centralizado que distribuye sus servicios a través de una red, generalmente Internet. A él pueden acceder múltiples usuarios de forma simultánea.
Dicho en otras palabras,
son sistemas de software disponibles de manera online
y, por ende, se encuentran al alcance de todos. Por supuesto, esto implica que dichos servidores no se instalan en nuestros ordenadores, sean éstos independientes o corporativos.
De inicio, esto proporciona una facilidad sin precedentes. Los usuarios no se ven en la necesidad de capacitarse o contratar personal especializado para gestionar los sistemas. Simplemente integran estos recursos a su estrategia y lo usan de manera casi ilimitada.
Y es que aunque los servidores de nube disponen de muchos servicios de manera gratuita, esto puede variar según el propósito. Por ejemplo, en medida del tiempo que piense usarse el servicio o la capacidad requerida para almacenar datos de importancia.
Así pues, prácticamente la única limitante para hacer uso de un servidor de nube es el acceso a Internet. Fuera de ello, todos posibilitan el uso de softwares de almacenamiento y procesamiento sin necesidad de descargar ni instalar recursos extras.
El elemento central para el funcionamiento de los servidores de nube es la virtualización. En general, ésta se entiende como la creación de un entorno virtual o simulado que busca reemplazar a un equivalente físico. En este caso, una oficina o un espacio de coworking.
Tanto la virtualización como los servidores de nube apuntan al particionamiento de un equipo en varias máquinas virtuales. De este modo, cada máquina puede trabajar e interactuar independientemente a la par en que ejecuta distintos sistemas operativos.
En cuanto a su funcionamiento, un servidor de nube parte de la instalación de hipervisores. Estos son indispensables para la posterior conexión de equipos físicos (máquinas virtuales) y su respectiva visualización. Gracias a esto, sus recursos pueden distribuirse en la nube.
El término con el que se reconoce a este tipo de servicios es
“modelo de infraestructura como servicio” o IaaS.
Y se caracterizan, precisamente, por el aprovisionamiento de recursos por parte de terceros.
Particularmente, a este tipo de servicios podemos clasificarlo bajo los siguientes conceptos:
Proveedores de software, tales como Google o Microsoft, distribuyen el programa a corporaciones y personas físicas.
Un software permite el desarrollo de aplicaciones destinadas al almacenamiento y procesamiento de datos.
Un software proporciona recursos de hardware necesarios para dar soporte a servidores web.
Muchas de las ventajas propias de los servidores de nube pueden inferirse sólo con los aspectos que hemos mencionado hasta ahora. Eso no implica, sin embargo, que sean los únicos. Después de todo, este tipo de software está diseñado para proveer facilidades .
Como hemos visto, una de sus mayores ventajas tiene que ver con la accesibilidad. Por una parte, las empresas evitan gastos extras ya que no deben pagar por infraestructura propia para almacenamiento. Lo mismo ocurre a nivel personal, al prescindir del uso de memoria.
Otro beneficio por el que cada vez más usuarios optan por los servidores de nube es la comodidad de uso. Esto se debe a que los recursos se cargan fácil y rápidamente y, por tanto, pueden ser manipulados de manera inmediata.
De la mano con lo anterior, este tipo de servidores transmiten gran confianza en sus usuarios. Dado que la nube se ejecuta en servidores múltiples y, sin embargo, independientes,
el funcionamiento está garantizado pese a fallas individuales.
Los servidores de nube también son ventajosos en medida de su adaptabilidad, economización de tiempo y esfuerzo, y adaptabilidad. Pues, a diferencia de otras infraestructuras digitales, estos servidores ajustan sus componentes según las necesidades.
Finalmente, y contrario a una desafortunada creencia popular, el almacenamiento en nube resulta incluso
más seguro que el de tipo tradicional
. Esto, producto de la experiencia, recursos y capacidad de sus proveedores de software.
El avance vertiginoso de la tecnología puede abrumarnos e incluso hacernos desconfiar de algunas de sus aportaciones. Y aunque los servidores de nube siguen sin librarse de estas adjudicaciones inexactas, han sabido demostrar su eficiencia y fiabilidad.
Y es que, justo en un entorno social que incentiva al intercambio acelerado de información, debemos contar con aliados útiles. Éstos deben encaminarse a la adaptabilidad y el ahorro de costes y esfuerzos importantes, tanto a usuarios como corporaciones
¿Qué te parece? ¿Cuáles de estas ventajas piensas que es más importante para el momento industrial en que nos encontramos?
Acércate a
Geformas
, contamos con expertos en la materia que pueden resolver todas tus dudas.